Está regido por el Arcángel Miguel y el Maestro Morya
Su color es el Azul y su día es el Domingo.
A través de la poderosa voluntad de Dios en el rayo azul, germinaron las primeras semillas humanas. Hasta el día de hoy sigue descendiendo este poderoso rayo, aunque no con tanta fluidez. Al tener el libre albedrío, el hombre puede optar en estos tiempos, por invocar este rayo para el crecimiento personal o para ayudar a toda la humanidad.
A este rayo se le reconoce correctamente por el poder. Cuando lo utilizamos el rayo sin sabiduría ni amor, se transforma en una fuerza destructiva y desintegrador
El rayo azul es la propia voluntad del Padre, es uno de los rayos de mayor frecuencia de vibración. cuando es dirigido correctamente hacia cualquier situación, podrás notar un cambio positivo y verdadero.
Cuando se proyecta la voluntad divina, el ser se eleva a lo espiritual. La irradiación de este rayo atribuye buena voluntad y aporta, a quien lo recibe la capacidad de manejar su vida en forma inteligente.
Características:
Los seres que pertenecen al primer rayo, llegan adquirir poder a través de su fuerza de voluntad. Este rayo es de tal intensidad dinámica que se llama el rayo del Destructor. El camino de este Rayo es el más rápido, pero también el más difícil. Hay muy pocas personas actualmente que reflejan las virtudes de este rayo, ya que muy pocos serían capaces de resistir la carga de energía que supone la expresión del Primer Rayo en su estado puro. El hombre de Primer Rayo es un líder, y siempre está al frente de la actividad que ha decidido emprender.
Virtudes: Fortaleza, valor, constancia y veracidad, proveniente de la absoluta falta de temor, poder de gobernar, capacidad para captar las grandes controversias con amplitud de criterio, y para manejar a los hombres y tomar decisiones.
Vicios: Orgullo, ambición, versatilidad, inflexibilidad, arrogancia, deseo de dominar a los demás, obstinación, ira.
Virtudes a adquirir: Ternura, humildad, simpatía, tolerancia, paciencia.
Espejismo:
El espejismo de fuerza física.
El espejismo de magnetismo personal.
El espejismo de egocentrismo y potencia personal.
El espejismo de “uno en el centro”.
El espejismo de ambición personal egoísta.
El espejismo de gobierno, de dictadura y amplio control.
El espejismo de complejo de Mesías en el campo de los políticos.
El espejismo de destino egoísta, el derecho divino de los Reyes exigido personalmente.
El espejismo de destrucción.
El espejismo de aislamiento, de soledad, de ermitaño.
El espejismo de la superpuesta voluntad sobre otros y sobre grupos